La vulvodinia es una afección crónica, a menudo debilitante, que afecta a mujeres de todas las edades. Se caracteriza por ardor, escozor y molestias en la zona vulvar. Aunque aún se desconoce la causa exacta de la vulvodinia, se cree que está relacionada con lesiones nerviosas o irritación de la zona.
Las opciones de tratamiento van desde modificaciones del estilo de vida hasta medicamentos e incluso procedimientos quirúrgicos. Comprender los síntomas, las causas y el tratamiento de la vulvodinia es esencial para quienes la padecen, así como para sus seres queridos, a fin de proporcionar la mejor atención posible.
Definición de vulvodinia
La vulvodinia se define como el dolor crónico en la zona vulvar (el área que rodea la abertura de la vagina). Vulvar hace referencia a los genitales femeninos externos, incluidos los labios, el clítoris y la abertura del útero (cuello uterino).
La palabra vulvodinia procede de dos palabras: vulva (los genitales femeninos externos) y disestesia (una sensación anormal), que se produce cuando se irritan las terminaciones nerviosas. En resumen, la vulvodinia es un dolor crónico en la zona vulvar, que puede incluir los labios, el clítoris y/o la abertura del útero (cuello uterino).
Síntomas de la vulvodinia
– Los síntomas generales de la vulvodinia incluyen dolor continuo en la zona vulvar, sensación de quemazón, escozor, dolor al sentarse, dolor al orinar y/o sensación de hormigueo en la zona. – Los síntomas generales de la vestibulitis vulvar incluyen dolor intenso con la penetración y/o la presión, a menudo acompañado de una intensa sensación de quemazón.
– Algunos afectados pueden notar hinchazón, enrojecimiento y/o inflamación en la zona. – Otros síntomas pueden incluir un cambio en la función sexual (disminución de la excitación, dificultad para alcanzar el orgasmo y/o dolor durante el coito).
Causas de la vulvodinia
Se desconoce la causa exacta de la vulvodinia, pero las investigaciones sugieren que puede estar relacionada con una lesión nerviosa o una irritación de la zona. Algunas teorías sugieren que puede estar causada por una infección bacteriana, vírica o por hongos, pero esto es poco frecuente.
Los antecedentes de traumatismos, alergias, enfermedades crónicas, infecciones, trastornos autoinmunitarios, intervenciones quirúrgicas y/o problemas psicológicos se han relacionado con la aparición de vulvodinia.
Diagnóstico de la vulvodinia
Los criterios para diagnosticar la vulvodinia no están estandarizados y pueden variar, incluso entre distintos médicos. En general, una persona debe experimentar dolor continuo en la zona vulvar, que debe haber durado al menos seis meses para ser diagnosticada de vulvodinia. Para confirmar el diagnóstico de vulvodinia, el médico puede realizar un examen físico de la zona en cuestión, elaborar un historial médico y/o solicitar pruebas diagnósticas.
– Examen físico: Un médico puede realizar un examen físico para descartar otras afecciones que puedan causar los mismos síntomas que la vulvodinia. También puede aplicar presión en la zona y preguntar por el nivel de dolor. – Historial médico: El médico puede preguntar sobre enfermedades, intervenciones quirúrgicas, alergias o experiencias sexuales anteriores que puedan haber influido en la aparición de la vulvodinia. – Pruebas diagnósticas: En ciertos casos, los médicos pueden recomendar una biopsia, cultivos y/o análisis de sangre para descartar infecciones u otros trastornos que puedan causar síntomas similares.
Opciones de tratamiento para la vulvodinia
– Medicamentos: El médico puede recetar diversos fármacos, como antidepresivos, antiepilépticos, antibióticos, analgésicos y/o antiinflamatorios. – Fisioterapia: Se sabe que la fisioterapia alivia el dolor y aumenta la amplitud de movimiento en la zona. – Modificaciones del estilo de vida: Algunas de las formas más eficaces de tratar la vulvodinia son mantener una buena higiene, reducir el estrés, evitar irritantes (como olores, tejidos y/o productos químicos) y/o dormir lo suficiente.
– Terapia sexual: La terapia sexual puede ayudar a algunas mujeres a controlar el dolor durante el coito. – Terapias alternativas: Se ha demostrado que otras terapias no tradicionales, como la acupuntura, reducen el dolor asociado a la vulvodinia.
Remedios caseros para la vulvodinia
– Baños calientes: Se ha demostrado que tomar baños calientes en una mezcla de sales de Epsom y bicarbonato de sodio reduce el dolor asociado a la vulvodinia. – Automasaje: Algunas investigaciones han demostrado que el automasaje en la zona puede aliviar el dolor asociado a la vulvodinia. – Suplementos nutricionales: Se ha demostrado que algunas vitaminas y minerales ayudan a controlar el dolor asociado a la vulvodinia.
– Vitamina B: Se ha demostrado que la vitamina B disminuye el dolor en personas con vulvodinia. – Magnesio: Se ha demostrado que el magnesio reduce el dolor y mejora el sueño en personas con vulvodinia.
Consejos para el tratamiento de la vulvodinia
– Practique una buena higiene: Esto incluye limpiar la zona con agua tibia y un jabón suave y sin perfume y secar la zona con una toalla limpia y suave. – Evite los productos perfumados: Esto incluye jabones, sprays y lociones corporales, perfumes y/o productos de limpieza. – Reduzca el estrés: El estrés puede exacerbar los síntomas de la vulvodinia. – Evite los irritantes: Algunos irritantes comunes son el agua caliente, la fricción y ciertos tejidos (como la lana y los tejidos sintéticos)
– Pídele a tu pareja que sea suave: La penetración y/o la presión en la zona pueden empeorar los síntomas de la vulvodinia. – Toma un analgésico sin receta: Se ha demostrado que los opiáceos y/o narcóticos empeoran los síntomas de la vulvodinia. – Duerma lo suficiente: La falta de sueño se ha relacionado con la exacerbación de los síntomas de la vulvodinia. – Acudir a un profesional de la salud mental: Esto puede ayudar a controlar los problemas psicológicos. – Acude a un fisioterapeuta: Puede ayudar a controlar los síntomas de la vulvodinia y otros trastornos pélvicos.
Prevención de la vulvodinia
Aunque se desconocen las causas de la vulvodinia, hay formas de reducir las probabilidades de desarrollar la afección. Entre ellas se incluyen mantener una buena higiene, reducir el estrés, evitar irritantes y dormir lo suficiente. También es importante que las mujeres consulten cualquier problema de salud con su médico y se mantengan informadas sobre los síntomas de la vulvodinia. Esto les permitirá reconocer la afección y buscar tratamiento lo antes posible.
Por último, es importante que las mujeres conozcan los signos y síntomas de la vulvodinia. Deben informarse sobre la enfermedad y ser sinceras con sus parejas y seres queridos. Si cree que puede tener síntomas de vulvodinia, es importante que hable con su médico. Si le diagnostican esta enfermedad, es importante que siga el tratamiento y el plan de salud. Esto le ayudará a controlar los síntomas y a llevar una vida sana y feliz.
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